El Proyecto común de promoción de la agricultura familiar sostenible y de la economía social para un mundo más justo, se implementó en 27 localidades del distrito de Umari, provincia de Pachitea, región Huánuco, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las familias, mediante una producción agroecológica, orientada al mercado para garantizar la seguridad alimentaria y contribuir al cuidado del medio ambiente. Se ejecutó desde el año 2016 al 2020 y fue financiado por Islas de Paz de Bélgica.

Durante los 5 años de intervención del proyecto se logró el proceso de reconversión de una producción convencional a una producción agroecológica de 250 familias, quienes han adoptado en sus “chacras integrales” un nuevo sistema de producción amigable con el medio ambiente, produciendo alimentos saludables y libre de agro tóxicos; para lo cual, las familias han adoptado, innovado e implementado nuevas alternativas de control fitosanitario (cuello de botella en el control de plagas y enfermedades) y mejorado los suelos con la incorporación de abonos orgánicos, barreras vivas, zanjas de infiltración, incorporación de rastrojos de cultivos, uso de biofertilizantes (caldo sulfocálcico, caldo bordelés, microorganismos activos), preparación de biosidas, plantas repelentes, control etológico, trampas atrayentes y de colores, así como la preservación y conservación de semillas nativas, para mejorar así la disponibilidad de alimentos y mejorar sus niveles de competitividad; han realizado la gestión sostenible de sus parcelas; con base en la zonificación agroecológica, utilizando y adoptando herramientas como el plan de actividades, el diseño predial (proyección de la vivienda a futuro), los mapas parlantes, el mapa de zonificación y el diseño del radar (instrumento que les permite evaluar los avances alcanzados en las chacras integrales.

En la parte social, las familias han implementado algunos componentes esenciales de una vivienda mejorada, entre las que se encuentran: las cocinas mejoradas, alacenas, refrigeradoras ecológicas, así como el rincón de aseo, el área de estudio y la división de los dormitorios.

Consideramos que “la chacra integral” es una de las condiciones para alcanzar la seguridad alimentaria y superar la desnutrición, por lo que se debe de incidir en el consumo de alimentos saludables y nutritivos, y a la vez adoptar hábitos de higiene en las viviendas.